(De la serie: Elucubraciones en torno a esa serie de características que debería tener –o no– la literatura del futuro

Vídeo monocanal // 12’ // 2016 // Open Studios Glogauair, Berlín, 2016 // XVIII Concurso Internacional Encuentros de Arte Contemporáneo, Alicante, 2018
Versos y versiones: de la palabra a la imagen, Centro cultural Galileo, Madrid, 2022

En una entrevista realizada en el año 1932 a Ramón María del Valle–Inclán por el periódico Ahora, el entrevistador le pregunta a éste por la literatura del año 2000. “No me lo puedo imaginar. Ni realmente me interesa cómo pueda ser. Ni yo podría controlar mi opinión, ni nadie podría cotejarla. Si yo supiera, si yo intuyera cómo podría ser la literatura del año 2000, ya la estaría haciendo”, responde el escritor mesándose la barba.

Esta pregunta, “¿cómo será la literatura del futuro?” es el leitmotiv de una serie de obras que he estado realizando desde el año 2011. A pesar de saber que se trata de una pregunta sin respuesta posible, he investigado durante años las numerosas hipótesis y teorías de varios escritores al respecto (Enrique Vila-Matas, Witold Gombrowicz, Raymond Carver, G. K. Chesterton, Italo Calvino, James Joyce…), dándome cuenta de que todas ellas son ciertas de algún modo, incluso en aquellos casos en que se contradicen.

Ante la imposibilidad de responder a esta pregunta de una sola manera, la única reacción posible es seguir investigando. Seguir recorriendo el pasado en busca de pistas, continuar rastreando declaraciones de escritores al respecto. Como estas de Valle-Inclán, que admite su incapacidad para dar una respuesta concreta. Tal vez, porque forma parte inherente del ser humano el hacerse constantemente preguntas cuya respuesta no puede llegar a saber.

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Si yo lo supiera